Estrategia de creatividad Disney y su relación con la Programación Neurolingüística

La estrategia que utilizaba Walt Disney para producir sus creaciones inspiró a Robert Dilts, al modelarla, a crear una técnica de la Programación Neurolingüística (PNL) denominada la Estrategia de creatividad Disney, empleada para la planificación de proyectos, logro de objetivos y resolución de problemas.

Disney creo un imperio de la industria audiovisual norteamericana, que hoy en día es una empresa de dimensiones enormes; una de cada tres personas que acudió al cine durante 2019, lo hizo para ver una película de Disney, según comenta el periodista Francesc Miró.

Walt Disney, tenía una imaginación excepcional, era un visionario creativo quien, a la hora de hacer sus películas, adoptaba tres roles diferentes: el de Soñador, el de Realista y el de Crítico. Su capacidad para ubicarse en una de las tres estrategias y cambiar de foco de percepción, lo hacía tan creativo y talentoso.

La Estrategia de creatividad Disney, es una herramienta sencilla que nos permite convertir nuestros sueños en realidad. El primer paso para lograr un objetivo es la creatividad; soñar con aquello que queremos, con lo que quisiéramos hacer o con lo distintas que podrían ser las cosas.

La técnica consiste en separar el pensamiento en fases: Comienza por crear un sueño o visión desde el punto de vista de que todo es posible, Disney creaba un sueño sobre toda la película, imaginaba cómo sería. Luego, veía el plan de ejecución del proyecto desde un punto de vista realista (cuándo, dónde, con qué recursos, en cuánto tiempo) y, por último, desde la visión del crítico, analizaba y evaluaba los problemas potenciales. Disney en este punto se preguntaba en relación a la película: ¿Ha sido interesante? ¿entretenida? ¿sobra algo?

La estrategia, (con la que despuès se inspiraron para crear la Programación Neurolingüística) consiste en pasar la propuesta inicial por cada uno de estos roles hasta ver factible su realización. Se puede emplear de la siguiente manera:

✔️ Selecciona el problema al cual te vas a enfrentar o el objetivo que quieres alcanzar.

✔️ Escoge tres posiciones donde puedas ubicarte en el rol de Soñador, Realista y Crítico.

✔️ Pasa por cada uno de las posiciones reviviendo alguna ocasión donde fuiste realmente creativo, realista o crítico.La idea es evocar un momento dónde fuiste cada uno de los roles, te colocas en cada lugar (uno por vez), revives la experiencia y anclas el momento.  Tres anclas de los tres lugares diferentes, con la estrategia apropiada para cada posición.

✔️ Toma el problema u objetivo sobre el que quieres trabajar y colócate en la posición del Soñador. Mírate a ti mismo consiguiendo el objetivo y visualízate, asume el papel de soñador, permítete pensar con la mente libre, llena de posibilidades. Te ayuda la pregunta ¿qué pasaría si yo …?

✔️ Entra ahora en la posición del Realista y piensa en el plan de acción sobre lo que has soñado, organiza, piensa en el cómo, y convierte la idea en un plan. Te ayuda la pregunta ¿cómo puedo hacer esto…?

✔️ Posiciónate en el lugar del Crítico y revisa y evalúa el plan. Busca lo que está faltando, qué más se necesita. Te ayudan la pregunta ¿qué añadirías o qué quitarías?

✔️ Entra nuevamente en el lugar del Soñador y modifica creativamente el plan para incorporar las observaciones del Realista y del Crítico. Pasa nuevamente por dichas posiciones del Realista y Crítico, suma las informaciones obtenidas en cada uno de estos estados, hasta que el plan sea congruente.

El proceso de la Estrategia Disney no es lineal, sino circular. Por tanto, a veces es necesario pasar por cada una de las posiciones varias veces para completar el objetivo o proyecto. Lo importante es que los tres roles ocupen su lugar, sin entrar en otro rol; un lugar para pensar de forma creativa, un lugar para hacer planes de forma práctica y otro para criticar constructivamente y evaluar.  Cada forma de pensar da lo mejor de sí en cada espacio, lo que resulta en una estrategia equilibrada.

 

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