Aún tienes el sabor de vacaciones, tiempo libre y recuerdas a menudo tus momentos de disfrute. Te está costando volver a la rutina tras tus días de descanso. Se te fue el tiempo volando y los días de descanso, sin preocupaciones ya pasaron.
Y es que ya has vuelto al trabajo, a tu rutina, has retomar tus actividades. Sin embargo, te cuesta centrarte, te encuentras desmotivado o tienes dificultad para ordenar tu agenda y tomar decisiones, lo que está afectando tu productividad.
¿Cómo puedes hacer que el paso al trabajo sea lo más amable posible para ti y puedas retomar tu rutina? ¿Cómo puedes hacer para motivarte?
A continuación, te voy a dar tres claves o técnicas de motivación fáciles, para que volver a la rutina sea más llevadero:
Objetivos / proyectos nuevos
Posiblemente has llegado de vacaciones con una nueva mirada, con la mente descansada para encontrar soluciones creativas y diferentes a los retos que se te presentan. Puedes preguntarte por lo que te motiva ¿qué proyectos nuevos te gustaría realizar? ¿Qué te gustaría aprender? Ahora es tiempo para revisar objetivos o fijarte nuevos objetivos motivantes y retadores para el resto de año. Por eso, define objetivos, uno o dos, pero claros e inspiradores.
Y te dejo un ejercicio fácil, que puedes hacer ahora. Escribe un objetivo profesional y uno personal que quieras lograr para final del año. Aquellos objetivos que si logras avanzar te sentirás satisfecho o satisfecha cuando realices la evaluación final del año. Recuerda, tus objetivos son el foco que te ayuda a priorizar y a dedicarte a lo importante. Tener objetivos definidos es una de las técnicas de motivación más clave.
Poco a poco / con calma
Para retomar el ritmo progresivamente, comienza con pocas tareas y a medida que pasen los días, te puedes ir asignando tareas más complejas, que incluyan una mayor responsabilidad. No pretendas hacerlo todo el primero día, más bien poco a poco, ponte al día en tus e-mails, en las tareas pendientes, en el orden.
Otro ejercicio clave que puedes hacer es visualizar tus pendientes, fechas de entrega, y planificarlos. Paro ello, dedica un tiempo al final del viernes o el domingo en la tarde para programar tu semana, tus pendientes, lo importante, tus compromisos. Y cada día destina un momento a programar el día siguiente, define dos o tres objetivos que quieres lograr para ese día y anótalos. Además, al final del día o de la semana, evalúa tu cumplimiento y date cuenta de lo logrado y lo que no conseguiste y por qué no. Aprende de tu experiencia.
Hábitos saludables
Retoma ahora un hábito que para ti es importante, que lo hayas perdido durante las vacaciones. Lo primero es identificarlo, aquel que te ayuda a centrarte y luego, define cuándo lo vas a realizar durante la semana. Para esto, mira la agenda y programa un espacio para hacerlo. Puede ser el hábito de hacer deporte, comer saludablemente o tener momentos para concentrarte y realizar tus temas importantes. También, levantarte temprano, tener tiempo para ir con calma, sin prisas, disfrutar de la mañana, tomar un desayuno saludable, sin preocupación por los retrasos. Por eso, una buena rutina en la mañana, te ayudará a tener un día productivo y efectivo.