PARA Y RESPIRA CONSCIENTEMENTE

Recibimos estímulos externos constantemente: de las pantallas, nuestros móviles, las redes sociales. Si observas en la calle a las personas, la gran mayoría va con el móvil en la mano, algunos viendo algo en sus pantallas o escribiendo mensajes. En el transporte público son pocas las personas que tienen un libro impreso en sus manos. ¿En qué momento tenemos un tiempo para conectar con nosotros mismos? Para poder escuchar nuestro cuerpo, lo que nos pasa, lo que sentimos.  

Este blog tiene como finalidad aportar a las personas algunas reflexiones que les permita encontrar la calma y la serenidad en sus vidas contactando con su centro, viviendo desde la presencia a través de parar y respirar conscientemente. Vivir desde la serenidad nos ayuda a tomar mejores decisiones, gestionar el estrés, priorizar y distinguir que es lo importante, con un positivo impacto sobre nuestra salud física y mental.  

Vivimos en un mundo llenos de distractores e interruptores, que no nos permiten concentrarnos y tener paz mental. Es fácil pensar que dicho movimiento se debe al ritmo acelerado del entorno o circunstancias externas. Sin embargo, si nos detuviéramos a pensar, muchas veces proviene de nuestra actividad mental, del afán de llenarnos de actividades y de sentirnos ocupados. 

En el fondo, quisiéramos vivir una vida más calmada, con mayor quietud interna y no sabemos cómo. Sin embargo, no se trata de hacer menos, o más lento las actividades del día a día, más bien consiste en poner calma a nuestra mente, de mirarnos internamente, estar centrado y desde allí, gestionar la vida externa. No radica en mantener la mente ocupada, llenarnos de información escuchando podcast, redes sociales, viendo series, estimulándola permanentemente. Más bien se trata de buscar momentos de silencio y relajación para escuchar nuestro interior. 

Sobre el tema, tenemos muchos libros y mensajes al respecto. Por ejemplo, en su libro “Silencio,” el monje budista Thich Nhat Hanh, nos dice: “En nuestra cabeza está sonando sin cesar una radio, la del PSP: Pensar Sin Para. Nuestra mente está llena de ruido, por eso no podemos oír la llamada de la vida…”.  Estamos en el ruido mental de nuestros pensamientos que se adelantan al futuro y nos llenamos de preocupaciones, miedos e incertidumbre o se van al pasado, y nos viene la culpa, los reproches y frustraciones. 

Thich Nhat Hanh, nos trae este ejercicio. “La plena conciencia se describe como una campaña que al sonar nos hace detener y escuchar en silencio… Al oír el sonido de la campaña, te detienes. Te concentras en la inhalación y en la exhalación, haciendo espacio para el silencio. Te dices: `Al inhalar, sé que estoy inhalando´. Al inhalar y exhalar de manera consciente y llevar la atención a la respiración, silencias el ruido que hay dentro de ti: el parloteo sobre el pasado y el futuro, y el deseo de algo más”.

La respiración consciente es simplemente llevar la atención hacia la forma como inhalamos y exhalamos y hacerlo de una forma pausada. Respirar conscientemente durante unos minutos te permite darte cuenta de que estás vivo.  Aunque respiramos todo el tiempo, pocas veces prestamos atención a dicha respiración. La respiración consciente la puedes hacer en cualquier momento del día. 

“La manera más fácil de liberarte de la rueda imparable de pensar sin parar es aprendiendo a ser consciente de la respiración” señala Thich Nhat Hanh.

Aprende a respirar conscientemente. Te pones un momento del día a observar la respiración, puede ser a primera hora de la mañana, comienza el día respirando conscientemente. Dedica unos minutos diarios a conectar con tu respiración con atención y cuidado. Un momento para escuchar tu cuerpo, para contactar con tus emociones y percibir tus sensaciones. Lleva la atención a muchos momentos de tu vida para poder para y respirar conscientemente. 

Encuentra un lugar cómodo, sin que te puedan molestar. Siéntate en la silla, con espalda recta pero confortable. Observa tu respiración, cómo entra y sale el aire por los pulmones. Mantén la atención en la respiración. Observa tu cuerpo, permite que la paz entre en tu cuerpo mientras disfrutas estos instantes. Observa cual es el mejor momento para practicarla, puede ser a primera hora del día al despertar, o antes de dormir. 

Respirar conscientemente trae beneficios tales como: gestionas mejor la ansiedad, recudes los niveles de estrés, mejoras la concentración, manejas mejor las emociones, te ayuda a profundizar más en tu interior  y a estabilizar la atención hacia tu foco. 

No necesariamente tienes que alejarte del ruido externo, apartándote de la vida cotidiana. Durante el día, en tu lugar de trabajo puedes realizar pausas para parar y respirar. Puedes hacer silencio interior, practicar la quietud interna y desde allí, salir al bullicio y mantener tu centramiento. La paz mental y serenidad la logras cuando los pensamientos están en calma, cuando te miras a ti mismo y te encuentras sereno con lo que ves. 

Llevo meditando cerca de 4 décadas, cada día, a primera hora de la mañana, me siento a meditar cerca de 30 minutos. La meditación me permite conectar con la respiración de una manera consciente. Para mí, la meditación es mi alimento matutino del día, puedo acceder a mi centro interior y mantener la serenidad y calma para vivir lo que me sucede a cada momento. 

La quietud es un estado de serenidad, de calma, una vivencia del presente, donde puedes concentrarte en lo que haces, vives el momento, siendo conscientes del instante. La respiración con atención nos lleva a vivir en el presente y estar atento a la respiración, logras calmar la agitación mental y vives desde la serenidad. 

Por último, me gustaría recomendar libros como “El poder del ahora” de Eckhart Tolle, “La práctica de la atención plena” de Jon Kabat-Zinn y el libro de Thich Nhat Hanh, “Silencio: El poder de la quietud en un mundo ruidoso”.