Como comentamos en el post anterior; ¿Qué es el coaching?, el Coaching contempla diversas áreas de trabajo, tales como: Coaching personal, Coaching ejecutivo y el Coaching empresarial y organizacional. En esta ocasión, desarrollaremos: ¿Qué es el Coaching empresarial?
El coaching
En general, el Coaching es un proceso que parte del Estado Actual en que se encuentra la persona que quiere realizar un proceso hasta un Estado Deseado. Este estado es donde quiere llegar, siendo acompañada en su recorrido por un Coach.
El Coaching aplicado al ámbito empresarial es un proceso de aprendizaje y entrenamiento. Este proceso permite conseguir, a ejecutivos y profesionales de la empresa, la eficacia en sus resultados a través del desarrollo de nuevas competencias y habilidades de liderazgo.
El coaching empresarial y sus tipos
El Coaching a nivel organizacional tiene como objetivo “definir o clarificar una determinada situación u objetivo”. Se puede situar en el campo del diseño de la estrategia y objetivos estratégicos. Está dirigido a acompañar a las organizaciones y sus directivos en la búsqueda de soluciones y oportunidades estratégicas.
El Coaching de equipos se enfoca en conseguir que los equipos “optimicen al máximo el potencial de la persona a nivel ejecutivo”, es decir, mejorar el desarrollo humano. Tiene como objetivo “alinear a todos los miembros del equipo con los resultados a alcanzar en función de sus Misión y Visión”.
El Coaching ejecutivo es a nivel individual. Es un proceso que facilita la mejora continua del desempeño hacia la excelencia de los directivos y nivel ejecutivo. En palabras de Vicens Olivé, “es el proceso individual de acompañamiento al cambio de una persona con responsabilidades directivas”
El proceso de Coaching contempla que la organización fije los objetivos que espera de los ejecutivos y profesionales para fortalecer su desempeño laboral. El coaching entrena a los profesionales en la mejora de las relaciones interpersonales y la optimización de su desempeño en la empresa.
El coaching aplicado a las empresas, sea individual o de equipo, trae beneficios, como por ejemplo: Mejora la relación del ejecutivo con su equipo de trabajo, impulsa en su liderazgo, le ayuda a potenciar sus talentos, contribuye al cumplimiento de objetivos, incide positivamente en la gestión del tiempo del ejecutivo y aumenta la responsabilidad y compromiso de sus empleados.
