La falta de tiempo en la mayoría de las personas, es la excusa perfecta para no cambiar de hábitos ni lograr lo que queremos. No tengo tiempo, es lo que nos decimos.
Sin embargo, la dificultad no es la falta de tiempo, más bien es la ausencia de organización, la incapacidad para fijar prioridadesy planificar a qué queremos dedicar nuestro tiempo.
Si identificamos un momento en el cual, hemos planificado y gestionado según lo que queríamos, muy seguramente encontraremos un instante cuyo resultado fue una gran satisfacción personal, un sentimiento de ser más productivos y eficaces.
Prioriza tu tiempo
Planificar el tiempo, es tan sencillo como comenzar realizando una lista de todas nuestras actividades que desarrollamos durante el día, la semana o mensualmente. Es identificar todas nuestras tareas por mínimas que nos parezcan. No se trata de que, por ser organizada, perderemos nuestra espontaneidad a la hora de realizar nuestra vida. Más bien, el orden y la rutina nos da libertad y seguridad, pues nos permite hacer lo que queremos, lograr nuestros propósitos y a la vez, ser reversible a la hora de manejar imprevistos.
Una vez realizada la lista, podemos emepzar a priorizar el tiempo y colocarle día y hora a su realización. Para esto es aconsejable contar con una agenda. Agendamos nuestras actividades diarias, semanales o mensuales, es decir las anotamos en la agenda, pues lo que no se escribe, se olvida y no se realiza. Es importante aquí, calcular todos los tiempos, lo que realmente implica realizar una actividad, que incluye tiempos de desplazamientos, tiempos de cambio de actividad o tiempo para imprevistos.
También es interesante ser consciente en qué perdemos el tiempo, qué hacemos poco importante o qué es realmente importante realizar. Preguntarnos, ¿hay algo a lo que podríamos renunciar?, para así priorizar lo que tenemos pendiente y lo que es más importante. Es decir, tener claro lo que es importante y urgente, y poder priorizar tu tiempo según lo que realmente es motivador y significativo para nosotros.
Planificar nuestro tiempo, nos da serenidad pues nos libera de la angustia que da el tener asuntos pendientes, de postergar las cosas. Logramos estar más en el presente, en lo que es necesario hacer en el momento.
Así, ejecutamos nuestras rutinas, con apoyo de la agenda y los objetivos, estableciendo hábitos que te permiten priorizar tu tiempo y liberar más tiempo para concentrarnos en lo que realimente queremos y en lo que nos lleve al lugar donde queremos estar.
“Eres lo que eres hoy por las acciones que has hecho o las acciones que no has hecho” – Steve Marabol